sostenerte
cuando ni vos mismo
podés hacerlo del todo
Tres claves para comprender la orientación como acto humano

Más que decisiones, es presencia
La orientación también es estar ahí cuando alguien no puede sostenerse emocionalmente por sí mismo.

Acompañar sin invadir
Escuchar, validar y caminar junto al otro sin imponer, es el verdadero corazón del acompañamiento orientador.

Humanidad antes que soluciones
Necesitar apoyo no es fracaso; es parte de ser humano y ahí comienza el verdadero acto de orientar.

En muchas ocasiones se cree que la orientación solo se centra en tomar decisiones o realizar test vocacionales. Sin embargo, el verdadero acto de la orientación es simplemente estar ahí, cuando tenemos a esa persona frente a nosotros sin rumbo fijo o sin fuerzas para poder continuar.
Frente a estos momentos, la orientación se vuelve un refugio, un abrazo, una luz que guía. No se trata de juzgar, sino de validar sin presionar y acompañar sin invadir. Se trata de algo más poderoso: caminar al lado de alguien que, por ahora, no puede hacerlo por sus propios medios.
Dentro del papel de la orientación, muchas veces caemos en el error de pensar que debemos sostener a la persona, cuando en realidad se trata de estar presentes, de saber escuchar, de acompañar en esos momentos donde el mundo parece estar de cabeza y no hay una salida clara ante cada situación presentada.
Pero entonces, ¿por qué a veces necesitamos que otros nos sostengan cuando ni nosotros podemos hacerlo? Es una buena pregunta. Recordá que somos seres humanos, no superhéroes que pueden tener el control de todo lo que nos rodea.
Ante ello, las situaciones emocionales, familiares, laborales e incluso el mismo círculo social pueden ser la causa por la cual no podemos sostenernos. Es en estos momentos donde nosotros, como orientadores, tomamos protagonismo en acompañar a las personas en sus procesos personales, en sus transiciones, crisis e incluso decisiones importantes.
Momentos como estos requieren de profesionales empáticos, que se solidaricen con las personas a las que están ayudando, desarrollando una escucha activa y generando preguntas poderosas que impacten de manera positiva, para que los demás comiencen a ver su camino una vez más.
Nadie está preparado para situaciones que generen altercados o momentos de preocupación o tensión; sin embargo, siempre hay una esperanza de superación para continuar adelante. Por eso, cuando alguien sienta que no puede continuar o que no le quedan fuerzas para avanzar, la orientación es un faro que ayuda a recordar a los demás que no están solos.
Aunque ahora no se vea salida, siempre hay una puerta para avanzar y continuar construyendo metas y sueños; aunque no haya fuerzas, siempre habrá un profesional en orientación dispuesto a ayudar a reencontrar el camino y el equilibrio.
Porque orientar también es eso: creer en el otro cuando ni él o ella misma puede hacerlo, ofrecer presencia cuando el silencio pesa, y ser faro cuando todo parece oscuridad.
Y si alguna vez sentís que no podés más, recordá esto: no es debilidad necesitar sostén, es humanidad. Justo ahí, empieza el verdadero acto de orientar.
Sobre nosotros
¿Sentís que no podés solo?
Hay momentos en la vida donde simplemente necesitamos que alguien camine a nuestro lado. En Orienta para la Vida, creemos en el poder de acompañar sin juzgar, de estar presentes cuando el mundo parece caerse a pedazos.
No tenés que hacerlo todo solo. Agenda una sesión con nosotros y comencemos juntos ese primer paso para recuperar tu equilibrio.
Estamos para sostenerte, hasta que vos mismo puedas hacerlo.

¿Preguntas?
Si quieres conocer más sobre nuestros servicios, agendar una sesión o explorar nuestro contenido, estamos aquí para ayudarte.